Hoy hablaremos de un personaje muy especial para la joyería a nivel internacional, pero concretamente, para Brasil. El señor Jules Sauer.
Emigró de Francia a Brasil a los 18 años huyendo de la guerra. Llegó a Brasil sin saber mucho qué hacer. Sí sabía que su gran pasión eran las piedras preciosas. Así, decidió mudarse a Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, fuente abundante de las piedras brasileñas.
Conocido como cazador de piedras, luego empieza a moverse por los paisajes más salvajes del interior de estado de Minas Gerais. Vislumbra el potencial no explotado de las gemas coloridas y pasa a dedicarse al mundo de las minas y del comercio de piedras preciosas. 
Funda su empresa en 1941 con el nombre de Lapidação Amesterdam. En poco tiempo la empresa de minería y lapidación se trasforma en un empresa de compra y venta de piedras. En 1950 se muda a Rio de Janeiro y en 1953 abre la primera joyería en los iconos de place Vendôme de Paris, en la emblemática Av. Atlántica al lado del mar.
Jules Roger Sauer, una leyenda viviente en la historia de la joyería brasileña conoció muchas minas en varios países, pero fue en Brasil dónde logró su mejor marca.
La esmeralda fue descubierta en Brasil en 1963. Jules Sauer fue el pionero en su exploración y la divulgación, obteniendo el certificado del Instituto Gemológico Americano (Gemological Institute of America). A partir de ahí, el mundo comenzó a reconocer a Brasil como un importante productor de esmeraldas. Hasta entonces, a pesar de siglos de búsqueda, no habían ocurrencias de estas gemas en el país .
Sauer es también responsable por la divulgación del topacio imperial, encontrado solamente en Brasil, el ópalo del Piauí y la turmalina de Paraíba.
Fue un marco en la divulgación de las piedras brasileñas y un gran apasionado que expandió experiencias que nadie había vivido hasta entonces.
Os dejo aquí su página web: http://www.amsterdamsauer.com.br/
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